Excmo. Ayuntamiento de

Abarán

Puente de Hierro

Cruzar el río Segura fue siempre una necesidad prioritaria para los habitantes de Abarán. Además de la huerta, secanos y monte que había a la otra parte del río que necesitaban de una atención continua, se encontraban los caminos a Ricote, Caravaca y Andalucía. Sin olvidar uno de los tres molinos harineros, luego transformado en central hidroeléctrica, que también se encontraba en la misma margen derecha del río. "El otro lado", como se conocía desde la población, antes de comenzar a principio de los años sesenta del pasado siglo, las construcciones de la Barriada Virgen del Oro.

En principio, igual que en otros lugares, el río se cruzaba con un puente colgante de maromas de esparto y maderas, que por su forma era conocido como "la cuna". Luego aparecieron los puentes de madera que tenían la provisionalidad que marcaban las distintas avenidas del río de bastante frecuencia antes de la regulación de caudales actual. Como decía la memoria del proyecto de construcción del puente de hierro: "No ha habido más que puentes provisionales de madera que si bien pronto y con poco dinero se arman en cambio han tenido que construir casi tantos como avenidas más o menos grandes han corrido por el cauce del río".

En estas circunstancias en 1880, aprovechando una pequeña ayuda estatal para paliar los daños después de la gran riada de Santa Teresa, se proyecta construir un puente de hierro.

José Templado Fernández, industrial de la madera en Abarán, sería el encargado del "tablamen" y de tratar con la fundición siderúrgica "La Primitiva" de Valencia la compra de dos vigas de hierro.

La obra tuvo bastantes dificultades, una de ellas fue el transporte de las diez piezas de hierro en que venían troceadas las dos vigas principales desde la estación de ferrocarril hasta la misma orilla del río sobre carros tirados por bueyes o mulas. Luego hubo de cruzar las diez planchas a la otra parte del río, porque en la margen izquierda, donde se hizo la descarga, no había espacio para su ensambladura con remaches de hierro. Para el montaje se contrató a un especialista, Don Juan Brandón, que había sido encargado de la construcción de puentes en la línea férrea Madrid-Zaragoza. Una vez empalmados los distintos tramos se intentaron construir dos castilletes de madera que sirvieran de puntos de apoyo.

Estando en este menester súbitamente el río comenzó a crecer teniendo que abandonar los carpinteros sus herramientas y tratando de alcanzar las orillas lo más rápidamente posible. Algunas de las maderas pudieron rescatarse aguas abajo, en el pueblo de Blanca. Después de este incidente trataron de colocar las vigas sin apoyo alguno. Lo consiguieron, pero acabado el trabajo observaron que habían adquirido una flecha -pandeo- de diez centímetros, que pudieron corregir con planchas de hierro y caballetes.

Hoy se mantiene en pie para uso peatonal en exclusiva el puente de hierro de Abarán. Basta visitar la zona para imaginar las dificultades, sin grúas ni maquinaria alguna, que hubieron de sobrellevar en su construcción aquellos obreros sin especialización alguna.

El Puente Viejo de Abarán sobre el río Segura. La historia de un puente con historia...

Según diversas informaciones, el lugar que ocupa actualmente el Puente Viejo, había sido utilizado tradicionalmente para situar otros puentes que fueron destruidos por las sucesivas riadas. Por ello, tras la avenida de 1888, el Gobierno Español concede una ayuda económica para paliar los daños ocasionados, y el Ayuntamiento decide destinar el dinero para la construcción de un puente de hierro que soporte los futuros desbordamientos del río.

Para la altura del puente se tomó como referencia la lomera del tejado de un molino, que posteriormente sería sustituido por la Central Eléctrica, y que era el máximo nivel alcanzado por las aguas en la riada de 1860. En cuanto al peso, se calculó la resistencia que debía soportar una carreta de bueyes cargada de piedras, ya que al otro lado del río existía una cantera.

Una vez iniciadas las obras tuvieron que paralizarse. Posteriormente el proyecto fue retomado por D. Emilio Hernández quien introdujo numerosos cambios en la cimentación. Las vigas de hierro fueron fabricadas en la fundición valenciana "La Primitiva", y estas fueron transportadas en diez piezas, corriendo el montaje de las mismas a cargo de D. Juan Brandón, ingeniero de la línea MZA (Madrid, Zaragoza,Alicante).

El puente se componía de pilas de mampostería careada con dos vanos y 65 metros de longitud y 4 metros de anchura. Su altura es de 4 metros. El tablero era metálico.

Los estribos del puente se sitúan en los márgenes del río, quedando parte de su obra oculta por las sucesivas intervenciones que se han realizado sobre el mismo.

El Puente Viejo de Abarán une la Barriada de la Virgen del Oro y el núcleo principal de la población. Gracias a su ubicación, este posee una amplia perspectiva que deberá ser conservada en base al interés histórico del mismo. Los márgenes del río y su ribera deben estar acorde con el entorno histórico y natural, ya que, a partir de ahora, deberá protegerse con mayor diligencia.

La valiosa edificación también es conocida como "Puente de Ghandi" en alusión al sobrenombre que recibía Joaquín Juliá, el conocido pintor abaranero que falleció en 1952 a la corta edad de 28 años y que con tan buena maestría retrató con su pincel nuestro querido puente.